Texto y fotografía de José Perales
Zamora, Michoacán.- No obstante que se ha llegado a considerar a las tierras del Valle Zamorano como de las mejores en América Latina, hoy por hoy el principal problema al que se enfrentan los agricultores es la cantidad y calidad del agua, ya que la mayor parte está contaminada, reconocieron fuentes de la Presidencia Municipal.
Ante ello, se presenta como un reto para el fortalecimiento del campo la aceptación del cambio de actitud por parte de los productores agrícolas, quienes deben abrir sus perspectivas para invertir también en la tecnologización del campo.
De acuerdo a las consideraciones del Plan de Desarrollo Municipal, otro reto es el grave problema en materia de azolve en que se encuentran los ríos y presas, lo cual origina un desaprovechamiento de la capacidad de agua que se puede almacenar para el uso agrícola y ganadero.
Históricamente, la economía del Valle de Zamora ha estado fuertemente ligada a la agricultura; las tierras del valle han sido pródigas en toda clase de cultivos, la papa y la fresa son los productos que más distinguen a nuestras tierras; también se dan el trigo, maíz, frijol, entre otras, además de toda clase de verduras.
Zamora cuenta con 442 kilómetros cuadrados de superficie, de los cuales el uso de suelo destinado a la actividad agrícola es de 18 mil 765 hectáreas; de estas once mil 971 son de riego y seis mil 794 de temporal; en el ciclo primavera-verano la siembra es entre un 80 y 90 por ciento de temporal, y en el ciclo de otoño-invierno de riego en un 30 por ciento.
Para el riego de la superficie sembrada, se utilizan 65 pozos profundos; 42 son del sector ejidal y 23 del sector de pequeña propiedad, los cuales resultan insuficientes para proveer de agua a los productores agrícolas.
Se dispone principalmente de las aguas del Río Duero, el cual tiene severos problemas de contaminación, desde su nacimiento, hasta que desemboca en el lago de Chapala. La única planta tratadora con que se cuenta es insuficiente para tratar la totalidad de las aguas, además de que las que por allí pasan, se descargan río abajo y ya no son aprovechables por los agricultores del municipio de Zamora.
Ante ello, se presenta como un reto para el fortalecimiento del campo la aceptación del cambio de actitud por parte de los productores agrícolas, quienes deben abrir sus perspectivas para invertir también en la tecnologización del campo.
De acuerdo a las consideraciones del Plan de Desarrollo Municipal, otro reto es el grave problema en materia de azolve en que se encuentran los ríos y presas, lo cual origina un desaprovechamiento de la capacidad de agua que se puede almacenar para el uso agrícola y ganadero.
Históricamente, la economía del Valle de Zamora ha estado fuertemente ligada a la agricultura; las tierras del valle han sido pródigas en toda clase de cultivos, la papa y la fresa son los productos que más distinguen a nuestras tierras; también se dan el trigo, maíz, frijol, entre otras, además de toda clase de verduras.
Zamora cuenta con 442 kilómetros cuadrados de superficie, de los cuales el uso de suelo destinado a la actividad agrícola es de 18 mil 765 hectáreas; de estas once mil 971 son de riego y seis mil 794 de temporal; en el ciclo primavera-verano la siembra es entre un 80 y 90 por ciento de temporal, y en el ciclo de otoño-invierno de riego en un 30 por ciento.
Para el riego de la superficie sembrada, se utilizan 65 pozos profundos; 42 son del sector ejidal y 23 del sector de pequeña propiedad, los cuales resultan insuficientes para proveer de agua a los productores agrícolas.
Se dispone principalmente de las aguas del Río Duero, el cual tiene severos problemas de contaminación, desde su nacimiento, hasta que desemboca en el lago de Chapala. La única planta tratadora con que se cuenta es insuficiente para tratar la totalidad de las aguas, además de que las que por allí pasan, se descargan río abajo y ya no son aprovechables por los agricultores del municipio de Zamora.
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