Publicado en La Jornada Michoacán:
24 de marzo de 2014
El desarrollo de
Michoacán se encuentra vinculado a los productos agropecuarios. Por ejemplo, el
21 por ciento de las tierras –más de un millón 300 mil hectáreas– son
utilizadas para la siembra de diversos bienes agrícolas. La entidad puede
presumir que ocupa los primeros lugares a nivel nacional en la producción de
aguacate, zarzamora, limón, guayaba, lenteja, fresa, durazno, mango, melón,
jitomate, calabaza, jamaica, entre otros.
Las cifras evidencian que
el campo michoacano es altamente eficiente y competitivo. En 2013, la
producción agrícola no solamente generó una derrama económica que superó los 27
mil millones de pesos –aportando una décima parte del PIB a la entidad–, sino
también hizo posible que uno de cada cuatro michoacanos pudiera tener un empleo.
El gobierno de Michoacán
señala que tenemos espacios geográficos con vocaciones productivas ligadas
completamente a la producción agropecuaria. Las regiones de valle de
Apatzingán, Bajío michoacano, Ciénega de Chapala, valle de Zamora, valle
Morelia-Queréndaro, Maravatío, Tacámbaro Turicato, Uruapan, ciénega de Zacapu,
la región Oriente y la región Costa, cuentan con una enorme infraestructura de
producción, comercialización y de servicios capaces de cubrir con la demanda
que exige el mercado agropecuario nacional e incluso internacional.
En ellas se han podido
edificar algunos clústeres agroindustriales –tales como el de Apatzingán y Los
Reyes– permitiendo detonar el desarrollo económico regional, la atracción de
inversiones y múltiples beneficios sociales para miles de familias. El desafío
es mejorar e incrementar su propia capacidad de diversificar la producción;
lograr que el rédito y el valor agregado crezcan y las relaciones comerciales
se desarrollen de manera equilibrada.
En materia de
exportación, la Terminal Portuaria Integral Lázaro Cárdenas ha sido fundamental
en establecer una red estratégica para la comercialización de nuestros
productos con la región Asia-Pacífico, así como con el continente americano y
Oceanía. Hoy, las frutas y hortalizas michoacanas –destacando
preponderantemente las berries y el aguacate–, lo mismo se conocen en
ciudades como Shanghai, Hong Kong, Osaka, Manila o Singapur, que en Vancouver,
San Francisco, Los Ángeles, Esmeraldas, Valparaíso, incluso en Sydney.
Es una realidad que la
agricultura de riego y con alto valor comercial se encuentra en proceso de
consolidación. Para garantizar que Michoacán continúe siendo una entidad líder
en la producción agropecuaria, es necesario que nuestros productores –con el
apoyo del gobierno federal y estatal– modernicen sus técnicas de procesamiento
de alimentos y acaben con las prácticas productivas lentas, costosas y
deficientes.
Un aspecto sustancial es
el impulso a la investigación y desarrollo tecnológico para la generación de
innovaciones que aplicadas al sector agroalimentario eleven la productividad y
competitividad.
No obstante la
prosperidad que han alcanzado algunas regiones agropecuarias en Michoacán,
también existe otra realidad en donde pequeños productores y centenares de familias
enfrentan serias dificultades para ser competitivos. Se estima que existen poco
más de 860 mil hectáreas dedicadas a la producción de grano de maíz y otras
especies para el autoconsumo.
Hoy, el gran reto que
enfrentan las autoridades de gobierno es que la agricultura en pequeña escala
se convierta en una verdadera palanca de desarrollo estatal. Sin duda, se
requiere de la inversión de mayores recursos y capacitación con visión
empresarial, incluso impulsar políticas como la emprendida en el municipio de
Penjamillo, en donde la reconversión del cultivo del maíz a lasberries,
ha tenido resultados impresionantes para el desarrollo económico y el
mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Si queremos que el campo
michoacano se convierta en un pilar de nuestra economía y del desarrollo
social, debemos empezar por fortalecer a todos los propietarios, organizaciones
y familias que viven del sector agropecuario.
El campo en Michoacán no
está olvidado. En el marco de la Estrategia Michoacán Juntos lo vamos a lograr,
impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto, para el ciclo primavera-verano
se han puesto a la disposición de los productores agropecuarios michoacanos 673
millones de pesos, que beneficiarán a 126 mil propietarios de tierras de maíz,
sorgo y frijol bayo; asimismo, se tiene previsto que para el ciclo otoño
invierno se canalicen otros 68 millones.
Una visión de desarrollo
para nuestro estado requiere políticas públicas que apoyen a los productores
del campo, que le den valor agregado a sus productos. Modernizar y tecnificar
el sector agropecuario e impulsar la generación de agroindustrias que nos
permita elevar los niveles de rentabilidad y bienestar social para impulsar los
accesos al crédito formal, a fin de que los pequeños y medianos productores
generen fuentes de empleo.
Nos estamos abriendo
camino para consolidar el campo michoacano. Ahora nos corresponde poner todo
nuestro esfuerzo para hacer de nuestra entidad la potencia agropecuaria
nacional e internacional que está destinada a ser, dándole de esta manera valor
al campo y a sus productores.
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