Expansión poblacional pone en riesgo la producción de alimentos: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

Publicado en Cambio de Michoacán:
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20 de marzo de 2014

Por Fátima Paz

Morelia, Michoacán.- La expansión de los núcleos de población hacia las zonas rurales y de conservación natural ha generado la contracción de la frontera con los ecosistemas y la pérdida de superficie dedicada a actividades agropecuarias, lo que supone un riesgo para la producción de alimentos, señaló Nuria Urquía Fernández, representante en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“No sólo no ha aumentado la frontera agrícola en relación a los espacios urbanos y de conservación de recursos naturales, sino que ha decrecido como consecuencia del crecimiento desordenado de las poblaciones. La proporción entre núcleos urbanos y medio rural es actualmente del 78 por ciento del territorio mundial ocupado por poblaciones, mientras que las áreas para producción de alimentos y servicios ambientales es del 22 por ciento. Y lo que sucede en el mundo es extrapolable para México”, explicó Urquía Fernández.

La modificación en la forma en que se distribuye el territorio implica la necesidad imperiosa de incrementar la productividad de las escasas zonas que concentran actividades agropecuarias, a fin de garantizar la alimentación de un número cada vez mayor de personas.

Asimismo, es urgente implementar mecanismos para que la expansión de los núcleos urbanos no incida de manera negativa en los ecosistemas locales, ya que de ellos las poblaciones obtendrán los recursos para su subsistencia, como agua, suelo, aire, materias primas y alimentos, por lo que la pérdida de estas áreas de conservación natural será en perjuicio de la sustentabilidad de las comunidades.

“La presión urbana afecta a los ecosistemas, a la vez que nos priva de territorio para la producción de alimentos. Inclusive, en el seno de áreas naturales protegidas o reservas ecológicas es posible encontrar asentamientos humanos estables”, agregó Nuria Urquía.

Si bien el crecimiento poblacional que experimenta el orbe, con sus consecuentes demandas cada vez mayores de espacios para vivienda, servicios básicos, alimentación, transporte, emisión de desechos y contaminantes y recreación continúa, la representante de la FAO en México aseveró que se pueden efectuar acciones y proyectos para garantizar la supervivencia y la calidad de vida de las poblaciones con una menor afectación a los ecosistemas.

“Los núcleos poblacionales demandan en forma creciente recursos, pero estos son limitados, así que las autoridades y los organismos dedicados a cuestiones agrícolas y de seguridad alimentaria debemos generar mecanismos para que las personas puedan solventar sus requerimientos con menores daños al medio ambiente.

“Una de las primeras acciones que lleva a cabo la FAO, en coordinación con los gobiernos de los puntos donde trabaja, es la sustitución de subsidios por la creación de medios propios de vida para las comunidades. Con esto se asegura, a través de capacitación, concientización, aprovechamiento racional y sustentable de los recursos naturales y concurrencia de financiamiento, que las poblaciones tendrán la seguridad de producir los alimentos y servicios ambientales que precisen mientras protegen la pervivencia de su entorno natural y contribuyen de forma activa a su cuidado y preservación”, detalló Urquía Fernández.

Otra de las acciones es el cese de la sustitución de cultivos exitosos en ecosistemas no apropiados, si bien Nuria Urquía refirió que desconoce el caso específico de Michoacán, donde el aguacate y algunos cultivos ilegales han ocupado los espacios destinados a la producción de otros alimentos y bienes ambientales, como recarga de mantos acuíferos, conservación de suelos y cultivos endémicos.